Sin pandemia, también nos gusta quedar en casa


En otros países, quedar en casa con los amigos es lo más normal del mundo. Pero en España siempre hemos sido de quedar en la calle. Nos gusta quedar con los amigos en los bares y en las terrazas. Pero durante la pandemia descubrimos que quedar en casa, con un pequeño grupo de gente de confianza, también tenía sus ventajas. Una vez que las restricciones se han acabado, nos negamos a renunciar a este tipo de cosas que hemos descubierto y que tienen muchas ventajas.

Para empezar, cuando invitas a tus amigos a casa, eliges exactamente a quienes quieres ver. Esto es perfecto cuando acostumbráis a quedar en grupos muy grandes que impiden tener más contacto con aquellos que son tu círculo más íntimo. Así, se pueden tener reuniones grandes en la calle y otras más íntimas en casa.

Quedar en casa también resulta más económico. Si las reuniones se van turnando de hogar en hogar, te tocará poner el picoteo cuando se quede en tu casa, pero aun así no tiene por qué ser algo exagerado, unas cervezas, un par de botellas de vino espadeiro condes de albarei, una tabla de quesos y fiambres y unas patatillas y ya tienes una merienda perfecta para disfrutar mientras charláis, veis una película, un partido o jugáis a un juego de mesa. Pero también podéis aportar algo a cada persona para que, de esta forma, nadie tenga que ocuparse de la totalidad de la merienda.

Las reuniones en casa son ideales en invierno, cuando el frío o la lluvia no invitan a dejar el calor del hogar para irse a un bar. Mientras que en verano a todo el mundo le apetece salir, con el tiempo invernal la casa es la mejor de las opciones. Por eso, muchas pandillas optan por esta opción durante los meses de frío.

Pero cuando más apetece quedar en casa es cuando hay niños. Salir con niños puede ser toda una complicación, porque hay que estar pendiente de ellos. Pero cuando alguno de los amigos tiene una casa con campo o con una gran terraza, esta se suele convertir en el mejor lugar de reunión cuando hay pequeños. Los niños pueden jugar de manera segura y los mayores estar relajados sin tener que estar mirando todo el rato por sus hijos. Incluso en pisos, las reuniones pequeñas con niños también son ideales, sobre todo con una consola de por medio.