A la hora de ir a hacer la compra, ya sea de forma semanal o del día a día, al supermercado, te das cuenta de que nos tratan como si fuésemos tontos. Por norma general en casi todos los supermercados suelen haber la misma clase de productos, ¿alguien cree necesario que pongan esos carteles enormes en los pasillos? no se dan cuenta que ya sabemos cuales son los lacteos y sus derivados y que ya sabemos que hay un pasillo específico para ellos. Muchos también dirán que exagero, que están ahí para indicar a los despistados. No, no, están ahí para llamaros la atención y que compréis más cosas. Pero tenéis que intentar resistiros y no caer en sus juegos sucios, que solamente buscan su propio beneficio.
Cuando se va a un supermercado lo primero que hay que hacer es comer antes de ir a comprar, porque así de esta forma no caeréis en la trampa de comprar cosas que no necesitas solamente porque te ha entrado la gusa. Y la segunda cosa que hay que hacer es, preparar una lista y ceñirse a ella, nada más. Sé que a mucha gente le da pereza anotar todo lo que necesita comprar, pero esa gente es la que acaba comprando montones de cosas que no necesitaban. Desde mi punto de vista, que no me sobra el dinero, prefiero comprar solamente lo que necesito, aunque de vez en cuando también me consiento algún pequeño capricho. Después también existen los compradores que tienen una necesidad imperiosa de verlo todo, aunque no necesiten nada. De esa clase de compradores conozco a unos cuantos, y prefiero no ir de compras con esa clase de compradores, sabes cuando entras en el supermercado pero nunca sabes cuando vas a salir, y eso me termina enfadando bastante. No sé cual es el problema de ir a comprar lo que necesites intentando tardar lo menos posible, que és lo que yo intento siempre que me toca tener que ir a un supermercado. Aunque tengo la fortuna de que casi nunca tengo que entrar en los supermercados ni en ninguna otra tienda de comestibles.