Cerveza artesanal 


Ya se sabe a dónde suelen ir a parar todas esas ideas que surgen de fiesta con unos amigos, en la papelera o en un “¿dije yo eso?”. Pero, de vez en cuando, algunos proyectos locos se convierten en realidad una buena mañana. Y eso fue lo que sucedió con nuestra cervecera artesanal. Dos de nosotros son licenciados en química, teníamos un experto en marketing, un empresario hostelero y, en fin, todos somos grandes catadores de cerveza. 

Y así fue como nos lanzamos al proyecto con una pequeña inversión inicial y buscando también alguna subvención pública que nos pudiera ayudar. Lo hicimos conscientes de que se podía fracasar porque cada vez hay más cervezas de este tipo. Pero también lo hicimos con convicción, intentando que el proyecto fuera para arriba.

Además de amante cervecero, yo era el experto en marketing por mi experiencia así que me iba a tocar toda la parte de promoción inicial, desde la web, las redes hasta el propio diseño e Impresion etiqueta de las botellas. Porque tanto el diseño de la lata como de la botella es un elemento clave en la promoción de cualquier bebida, sobre todo cuando se trata de una cerveza que aspira a integrarse en la tradición local.

Y es que después de analizar algunas de las propuestas artesanales que más éxito estaban teniendo en el sector nos dimos cuenta de que muchas de ellas abogaban por ensalzar el territorio, tratando de fundamentar la firma en la tradición local. Ya se sabe que estamos en un momento en el que el apoyo del comercio de proximidad está en alza.

Por lo tanto, a la hora de encontrar el ‘naming’ para nuestras primeras variedades, así como el diseño y la Impresión etiqueta de las botellas, debíamos exprimirnos muy bien la cabeza para dar con la tecla. Y así estuve varias semanas hasta que por fin se me ocurrieron algunas ideas que expuse al resto del grupo.

De cualquier forma, cuando un cliente se sintiese atraído por el diseño y por la historia de la firma ya pasábamos a la segunda fase: la calidad y personalidad de la cerveza de la que se encargaban nuestros dos queridos químicos metidos a maestros cerveceros.