El coste del aparcamiento en España fluctúa drásticamente entre comunidades autónomas. En los primeros puestos del ‘ranking’ de los más caros se ubica Madrid, cuyas tarifas medias de parking cada dos horas rondan los 4,70 euros, frente al 1,15 y 0,90 euros de Ávila, Jaén o Palencia, siendo Barcelona y San Sebastián las únicas ciudades que aventajan a la Capital en este sentido y donde estacionar resulta más costoso.
Con todo, sorprende que Lugo, Badajoz o Santa Cruz de Tenerife no impongan ninguna tarifa por aparcar en la calle. ¿Es posible obtener un trato similar en Madrid? La respuesta es afirmativa.
En primer lugar, la búsqueda de parking low cost t4 barajas o de plazas libres en la almendra central de la M-30 es un error —en la mayoría de los casos— para quienes desean aparcar gratis. El aparcamiento de estas zonas está fuertemente regulado, tiene un precio elevado o suele estar ocupado por la población residente, lo que significa que estacionar aquí será difícil y poco económico, por lo general.
Más recomendable es sondear las plazas disponibles en barrios y distritos de la periferia, donde pueden encontrarse parkings gratuitos, próximas a estaciones de metro y minibús para ahorrarse un largo paseo hasta cualquier destino de interés. Destacan los aparcamientos de la Estación de Chamartín, la Calle Alcalá, Marqués de Vadillo o Almendrales, entre otros.
Otra solución muy recomendable son los parkings disuasorios, así denominados por su objetivo: evitar que los conductores se adentren en el área metropolitana de la Capital y saturen así las vías y aparcamientos disponibles, además de incentivar el uso de los medios de transporte público.
En Madrid, estas plazas abundan en el barrio de Aluche y la estación de Aviación Española del Metro. Además de ser gratuitos y de fácil ocupación, están relativamente cerca de puntos de interés, a 10-20 minutos de lugares como la Plaza de España, por lo que interesarán a los conductores más ahorradores.