Llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de modernizar un poco la entrada de casa, aquí en Vigo. No es que mi cerradura antigua fuera insegura, pero la comodidad de no tener que buscar las llaves, especialmente esos días de lluvia tan típicos nuestros, o cuando vienes cargado con la compra del mercado do Progreso, me llamaba mucho la atención. Así que, finalmente, me decidí: iba a instalar una cerradura inteligente puerta exterior en Vigo.
Investigué bastante, la verdad. Quería algo fiable, seguro y que se adaptara bien a mi puerta. Hay muchísimas opciones, desde las que funcionan con código, huella dactilar, o principalmente con el móvil. Me decanté por una que combinaba la aplicación del móvil con un teclado numérico, por si acaso el teléfono se quedaba sin batería o para dar acceso temporal a alguien de confianza.
El día de la instalación reconozco que sentí una mezcla de emoción y un poco de respeto. Aunque las instrucciones parecían claras, desmontar el viejo bombín y colocar el nuevo mecanismo siempre impone un poco. Pero bueno, ¡manos a la obra! Saqué el escudo, el bombín antiguo, y con un poco de paciencia y siguiendo el manual paso a paso, la nueva cerradura empezó a tomar forma. Hubo un momento de duda con un tornillo, pero nada que no se solucionara releyendo las instrucciones con calma.
Una vez montada físicamente, llegó la parte tecnológica: configurar la aplicación en el móvil. Fue sorprendentemente sencillo. Emparejar la cerradura con mi red Wi-Fi, crear mi usuario, establecer un código… ¡y probarla! Ese primer «clic» electrónico al cerrar desde el móvil fue una gozada. Y luego, probar el teclado numérico… ¡funcionaba perfecto!
Ahora, después de unas semanas usándola, estoy encantado. La sensación de salir de casa simplemente cerrando la puerta detrás de mí, sin palpar los bolsillos buscando las llaves, es genial. Poder comprobar desde el trabajo si he cerrado bien la puerta me da una tranquilidad extra. Incluso he podido abrirle la puerta a mi hermano un día que llegó antes de tiempo y yo todavía no estaba en casa, todo desde el móvil.
Quizás parezca un cambio pequeño, pero ha supuesto una mejora notable en mi día a día aquí en Vigo. Más comodidad, más control y, sobre todo, esa sensación de seguridad y modernidad en algo tan fundamental como la puerta de tu hogar. Sin duda, una decisión acertada.