Las memorias USB pueden calificarse según tres grupos: por su generación, desde las más antiguas hasta las más rápidas que permiten transferir datos a gran velocidad; por su capacidad, actualmente tan elevada como la de un disco duro y por su forma, como por ejemplo la memoria usb tipo tarjeta. Descubramos un poco más sobre las memorias USB.
Existen tres generaciones en las memorias USB. La primera generación data del año 2000 y son las primeras que salieron al mercado. Tenían muy poca capacidad pero fueron una auténtica revolución al permitir llevar información en un formato tan cómodo.
La segunda generación de memoria USB, la 2.0, consigue sobre todo ser más rápida en la transferencia de datos. Aunque continúa estando muy lejos de las velocidades de un disco duro, las últimas memorias desarrolladas con la tecnología 2.0 son hasta 20 veces más rápidas que las primeras que salieron al mercado de primera generación. También aumentan significativamente su capacidad de almacenamiento de datos.
Por último, la tercera generación de USB 3.0 llega a los mercados en el 2010. Totalmente compatible con los puertos 2.0, estas memorias son muchísimo más rápidas que sus antecesoras especialmente cuando se usan con puertos 3.0. Podemos encontrarlas de diferentes capacidades, pero ya no es este el punto fuerte en el que se trabaja, sino en el de la seguridad.
Uno de los puntos débiles de las anteriores generaciones era la seguridad de los datos, algo que ahora se consigue de dos maneras diferentes: con una mayor estabilidad y fortaleza y con nuevas posibilidades de codificación. Actualmente, incluso se están comercializando ya memorias que necesitan de la huella dactilar para poder leerse.
En cuanto a las formas de las memorias nos encontramos todo tipo de diseños. Los lápices de siempre continúan estando vigentes y son seguramente los más utilizados. Pero también encontramos diseños muy prácticos, como las USB con forma de tarjeta de crédito que se pueden llevar en la cartera. O las que tienen forma de llavero para poderlas tener siempre a mano. También están muy cotizadas las tarjetas USB con cabezas de fantasía, por ejemplo con muñecos de todo tipo.
Todas estas posibilidades de diseño y personalización convierten a las tarjetas USB en un fantástico regalo promocional que muchas empresas utilizan para obsequiar a sus clientes o para ofrecer como regalo por diferentes compras, consiguiendo así captar nuevos clientes que compran atraídos por el regalo.