Peor el remedio que la enfermedad


Mi mujer tiene un serio problema de adicción. Durante los últimos tiempos he estado pensando en cómo ayudarla. Al principio le aconsejé que racionara el consumo, que no usara siempre lo mismo para relajarse, pero ni caso. Luego aposté por asustarla con el tema de la salud: “te estás quedando sin neuronas”, “la falta de sueño acabará contigo”. Nada, ella seguía igual. Así que este principio de año he ido a por todas: se lo he prohibido, nada de Gran Hermano en casa.

Y ahora está con el mono. Cuando entro en el salón por la noche, la televisión está apagada. Ella mira para la pantalla como imaginándose que allí están los personajillos esos que pululan por Telecinco. Me daba un poco de pena, al principio. Pero cuando al ser humano se le cierra una puerta, siempre se le abre una ventana: el último día que visité el salón, la televisión seguía apagada, pero había otra pantalla encendida: la de su móvil.

Por supuesto, me acerqué para corroborar que no estaba haciendo trampa, que no estaba viendo el dichoso reality por el smartphone. No, estaba mirando Shorts mujer en una tienda de moda. Me quedé observándola un rato y entonces soltó: “ahora que no puedo ver Gran Hermano voy a empezar a gastar dinero”. Me fui a leer un rato mientras pensaba: “¿será peor el remedio que la enfermedad?”

Lo de Gran Hermano y sucedáneos se estaba convirtiendo en un problema en mi casa. Debido al éxito de los últimos programas de ese tipo, Telecinco ha apostado fuerte por el formato y no da descanso a la audiencia, sabiendo que hay muchos “adictos” como mi mujer. Así las cosas, un aficionado a esta clase de programas puede pasarse los 7 días de la semana, 365 días al año, viendo programas, resúmenes y debates relacionados con el asunto. Mi cabeza podría estallar en cualquier momento.

Viéndolo así, prefiero que mire Shorts mujer en el móvil y que compre lo que quiera, si a ella le entretiene. ¿Y cuándo se acabe el dinero? Siempre me queda la opción de engancharme yo a Gran Hermano: no debe estar tan mal si tanta gente lo consume, ¿no?