Estar al cuidado de una persona dependiente no es tarea sencilla. Muchas veces nos preocupamos mucho por la persona mayor dependiente, la cual lógicamente necesita de toda la atención posible, pero descuidamos al cuidador. Un cuidador que realiza un trabajo que muchas veces es a jornada completa y que se ve obligado en muchas ocasiones a aprender sobre la marcha.
Los Centros de día para mayores Madrid suponen un alivio para el cuidador, que puede dejar a la persona dependiente durante parte del día sabiendo que va a estar bien atendido y que no solo estará cuidado, también puede recibir las terapias que necesite. Durante ese tiempo puede acudir a trabajar o disfrutar de unas horas para sí mismo.
El cuidador está sometido no solo al estrés de tener que hacerse cargo de una persona que depende de él, también se ve en muchos casos superado por una tarea para la que no está preparado y carece de las herramientas básicas para afrontar toda una serie de situaciones con las que se enfrenta a diario.
¿Cómo se mueve correctamente a una persona que está encamada? ¿Cómo levantar del suelo a alguien que se ha caído y no se ayuda sin sufrir daños en la espalda? ¿Cómo debo de actuar ante determinadas actitudes de una persona con Alzheimer? Estas dudas y otras muchas surgen en el cuidado diario del dependiente.
Por eso los cursos de formación para familiares cuidadores son tan importantes, porque ayudan a contestar a todas estas preguntas, pero también a identificar los posibles síntomas de estrés o de depresión en el cuidador, dos problemas muy frecuentes cuando se lleva mucho tiempo ejerciendo esta función.
Las personas más adecuadas para ofrecer estos cursos son los profesionales que día tras día trabajan con este tipo de enfermos y se enfrenta por tanto a los mismos o parecidos problemas que los cuidadores familiares. Pero ellos, por su formación, sí disponen de los conocimientos necesarios para poder llevar a cabo el trabajo.
Gracias a estos cursos formativos para el cuidador será mucho más sencillo afrontar su trabajo diario, se evitará lesiones físicas y podrá atender desde el punto de vista emocional y afectivo al dependiente de una manera mucho más adecuada.
Además, estos conocimientos permiten establecer una relación mucho más colaborativa entre el cuidador familiar y los profesionales que llevan a cabo las terapias en los centros de día.