Felinos en apuros: mejores productos y utensilios de primeros auxilios


El botiquín de primeros auxilios es un ‘salvavidas’ para nuestras mascotas, pues las heridas abiertas, mordeduras, esguinces y otras lesiones se presentan en el momento más inesperado. Pero es importante equiparlo con medicamentos y utensilios básicos para la salud felina. Comprar Spray cicatrizante para gatos o vendas antiadherentes es una decisión acertada, pues estos y otros productos son un must-have en cualquier botiquín veterinario.

Por un lado, las cremas y aerosoles cicatrizantes aceleran la curación de cortes y magulladuras. Generalmente, estos productos agregan una película protectora de propiedades antisépticas a la herida, capaz de preservarla de la actividad antimicrobiana que ocasionan los insectos o la propia suciedad.

Las heridas infectadas deben tratarse con otro indispensable en el botiquín de primeros auxilios: el desinfectante, siempre específico para animales de compañía, ya sea en frasco o en toallitas. Se desaconseja el uso de agua oxigenada y alcohol etílico común.

Con frecuencia, los mordiscos y otras lesiones graves se acompañan de sangrado abundante. Disponer de gasas y vendas antiadherentes permite limitar la pérdida de sangre y desinfectarla precozmente. Si el gato presenta torceduras o esquinces en una de sus extremidades, un vendaje puede inmovilizarla hasta que el veterinario pueda evaluar su situación y proponer un tratamiento.

Frente a la suciedad y los microbios, el jabón neutro ofrece una limpieza segura y eficaz, con cualidades hipoalergénicas que previenen posibles irritaciones de la piel. En heridas de importancia menor, como los arañazos, el uso de pomadas antibióticas es de gran ayuda.

En el botiquín tampoco deben faltar las pinzas y otros utensilios para extraer garrapatas. Estos parásitos se relacionan con infinidad de dolencias de gravedad variable, por lo que deben ser eliminadas cuanto antes.

Otra de las herramientas básicas es el termómetro, preferiblemente digital, útil cuando interesa determinar si la temperatura del felino está en valores normales (de treinta y siete a treinta y nueve grados centígrados).