Dos semanas


Pueden pasar varios años, pero siempre terminan pasando por televisión una película llamada “Esta casa es una ruina”. Es de los años 80 y está protagonizada por un Tom Hanks en estado de gracia como actor cómico, en mi opinión, su mejor época, antes de meterse en papeles dramáticos tipo “Philadelphia”.

Y aunque nunca la veo entera, no sé por qué, pero siempre me quedo embobado con esta peli. Me hace mucha gracia, tal vez porque ironiza sobre un mundo bastante peculiar, el de las reformas de casas. Tom y su mujer compran una casa enorme y preciosa, invierten todo su dinero, pero descubren que la casa se cae a pedazos. Y tienen que llamar a un experto en reformas que siempre les contesta “dos semanas” cuando le preguntan cuánto queda para terminar. Y así durante muchos meses…

A mí me ha pasado algo parecido en mi casa. No se cae a pedazos, pero sí hemos descubierto algunos problemas en la cocina. El dueño de la casa se puso en contacto con unos expertos en    reformas de cocinas… o eso nos dijo. Cuando el experto en cuestión acudió a nuestra casa, descubrimos que era el mismo que nos había colocado los estores y arreglado la taza del váter, después de haberla roto una vez sin querer mientras limpiaba los filtros del aire acondicionado.

Efectivamente, el manitas del dueño, se subió a la taza del váter para limpiar el filtro y catacrás: la taza estalló en varios pedazos. En vez de utilizar una escalera… pues no, me subo al váter y asunto arreglado.

Pues bien, el destroza váteres acudió a nuestra casa para echar un vistazo a la cocina. El dueño pretendía que arreglase los desperfectos de la cocina. Tampoco es que fueran para tanto, pero no nos fiábamos un pelo de él. Y así se lo hicimos ver al dueño: “queremos alguien experto en reformas de cocinas de verdad”.

No sé me podía quitar de la cabeza la película “Esta casa es una ruina” e imaginarme al destroza váteres pululando por casa y diciéndome “dos semanas” me ponía los pelos de punta. A regañadientes, al final, el dueño accedió a llamar a otro profesional… que resultó ser un primo del destroza váteres. En fin… que sea lo que Dios quiera.