Grados de seguridad en los cilindros de una cerradura


El cilindro o bombín es el elemento de mayor importancia en una cerradura. Este dispositivo, responsable de la apertura y cierre de la puerta, se ocupa de transferir el movimiento rotacional de la llave a los pitones, muelles y otras piezas de su mecanismo interno. Sin un mantenimiento regular, el cilindro se desgasta a un ritmo acelerado, aumentando el riesgo de requerir la intervención de un Cerrajero en Vigo.

El cilindro de una cerradura se compone de cuatro partes, a saber: el rotor, que da entrada a la llave y traslada su rotación a la leva; los pitones, que reaccionan a los dientes de la llave, alineándose hasta liberar el cierre y permitir la apertura; el muelle, responsable de la recuperación de los pitones cuando se retira la llave, y el embrague, que establece el primer contacto entre la cerradura y la llave; si los extremos de la llave no conectan con los pitones, el embrague permanecerá inmóvil.

En función del material y las protecciones, los cilindros se clasifican en distintos grados de seguridad. En un primer nivel, la protección antibumping inhibe la acción de las temidas llaves ‘mágicas’, capaces de desplazar los pitones a la fuerza con un pequeño golpe. Cada vez más especialistas en cerrajería la recomiendan.

Superiores en seguridad son los cilindros que, además de sistema antibumping, incorporan protección antitaladro. Esta herramienta cortante es un instrumento muy utilizado por las bandas dedicadas al allanamiento de viviendas y negocios, y las cerraduras con bombines resistentes a su acción pueden frustrar sus esfuerzos por acceder al edificio.

Con el escudo antimordaza, las cerraduras no sólo neutralizan la acción de taladros y llaves de bumping, sino que tampoco permiten que ladrones con tenazas y otras herramientas contundentes puedan extraer o romper el cilindro. En el grado más alto de seguridad destacan los bombines equipados con sistemas antiganzúa y antiimpresioning.