Mientras buscaba el otro día en el desván unas cosas que me hacían falta y no sabía dónde las había guardado aparecieron las antiguas cortinas que llevaba décadas buscando y que no encontraba por ninguna parte de la casa. Eran unas cortinas muy coloridas que tenía en mi cuarto cuando era pequeño, pero cuando le comenté a mi madre que las iba a volver a poner en mi habitación no estuvo de acuerdo y como mi voz y mi voto nunca son escuchados tuve que aguantar y quedarme con las cortinas sosas que ya tenía colocadas. En ese desván había muchas más cosas, cosas que no había visto en muchos años. Había multitud de juegos de cuando mis hermanos y yo éramos pequeños y que creíamos que ya habían desaparecido hacía ya muchos años. Pero por lo que parece a nuestra madre le cuesta tirar las cosas que eran nuestras cuando éramos unos niños.
El desván hace ya muchos años que se convirtió en el trastero de la casa y es una pena, porque es un sitio estupendo para tener un salón donde poder ver la televisión y jugar con el video juego. Si se me permitiese haría un cambio radical como hacen en los programas de reformas de estados unidos que ponen en la tele. En estos programas reforman estancias que estaban hechas polvo en estancias completamente funcionales y normalmente esas estancias están dedicadas al esparcimiento y relajación. Desde siempre me han gustado esa clase de estancias pero por desgracia no tengo una en la que me pueda relajar, si quiero relajarme tengo que conformarme con mi habitación, pero no es lo mismo estar tirado en el sillón que en la cama.
Creo que para tener una estancia propia de este estilo voy a tener que esperar a tener mi propia casa, por desgracia eso no creo que pase en un futuro muy cercano, pero si algún día tengo el suficiente dinero para comprarme una casa estoy seguro de que haré un salón en el desván con una buena chimenea para cuando llegue el invierno y no pasar frío.