¿Hay negocio para tanto chino?


Desde hace años, en mi barrio existía un gran solar esperando su oportunidad. Había funcionado como nave industrial en el pasado pero llevaba al menos una década parada. El aspecto que daba, rodeada de edificios de oficinas de nueva planta, era curioso. A mí me gustaba pasear los fines de semana por los alrededores porque daba la sensación de encontrarte en una película postapocalíptica.

Alguien de la industria del cine o de la televisión debió tener la misma idea que yo porque un día descubrí que habían vallado la zona. El cartel de las vallas decía: “cerrado al tráfico para rodaje de serie”. Pero poco más tarde descubrí a algunos operarios trabajando en el recinto. Cuando me fijé bien, mis sospechas se confirmaron: iban a construir otro chino.

En ciudades como Madrid, la venta de suelo industrial para negocios de chinos está al alza, no hay duda. Lo curioso del caso es que en mi barrio hay dos grandes superficies de este tipo. Si bien no están la una al lado de la otra, sí que hay poca distancia entre ellas. Ya la primera de ellas me parecía inmensa (nunca he conocido un establecimiento chino más grande) y dudaba de que fuera a tener éxito, teniendo en cuenta el coste que ha podido tener el alquiler de esa gran nave. Pero, de momento, ahí sigue, y hasta le ha surgido competencia.

El nuevo chino es un poco más pequeño en tamaño y está más enfocado hacia la decoración del hogar. Aun así, el 80% de sus productos, grosso modo, deben ser los mismos. Es decir, lo que encuentras en uno lo encuentras en el otro… y al mismo precio. Es como poner un Corte Inglés en frente de otro.

Con todo, el nuevo chino parece tener más éxito que el antiguo porque está en una calle un poco más frecuentada. También es verdad que la venta de suelo industrial, en este caso, es posible que haya sido también un poco más elevada debido a la ubicación. ¿Habrá negocio para estos dos chinos en el barrio? Veremos qué pasa.