Para muchos, un dormitorio abuhardillado es un sueño hecho realidad. Este tipo de habitaciones tienen algo romántico que se asocia a los áticos bohemios que se han visto en muchas películas. Pero, a la hora de decorarlo, tienen algunas características propias que hay que tener en cuenta.
Lo primero que necesitas es aprovechar al máximo el espacio. Por eso, este tipo de habitaciones agradecen mucho los muebles a medida que ayudan a aprovechar toda la habitación de la manera más agradecida.
Lo primero que hay que tener en cuenta es si se puede estar de pie en toda la habitación o hay alguna zona muy baja. Los abuhardillados pueden ser ligeros o pueden ser tan pronunciados que, en algunos casos, el tejado casi toca el suelo en una de las paredes. Si esto es así, en esa zona más baja lo mejor es encargar un mueble a medida.
Este mueble puede ser una cómoda, una estantería o incluso un cabecero con espacio para almacenamiento. Todo va a depender de un factor muy importante, que es dónde está la ventana. Y es que la ventana debería de cuadrar con el espacio en el que está situada la cama.
También se puede hacer un armario empotrado a la medida que aproveche la inclinación de la pared y de esta manera se pueda quitar partido al espacio de una forma ordenada y muy eficaz.
Porque si hay algo que de verdad gusta en un dormitorio es tener una ventaja en el tejado que permita ver el cielo desde la misma cama. Por eso, la ventana sobre la cama es siempre la mejor opción si la distribución de la habitación lo permite.
Las ventanas de este tipo pueden tener mucha inclinación, en cuyo caso tendrán que llevar un sistema de persiana integrado en la misma ventana. Pero si la inclinación no es tan pronunciada se puede instalar un estor o incluso unas cortinas plisadas. En cualquier caso, las cortinas clásicas quedarían descartadas.
Cuando la inclinación es pronunciada hay que tener en cuenta que a la hora de pintar esta pared no es igual que un techo convencional y por eso suele agradecer mucho que se emplee el mismo color que en el resto de la habitación, o un tono más claro, pero sin llegar a ser el blanco clásico que se utiliza en los techos de las casas de manera habitual.