Derribar para volver a construir


Las obras para hacer reformas en casa son un poco molestas, sobre todo si las obras que te influyen no son en tu casa, por ejemplo, a mí me están demoliendo el edificio colindante con el mío y desde las ocho de la mañana es muy difícil permanecer en casa ya que los obreros no tienen en cuenta a los vecinos a la hora de hacer ruido, por lo que lo mejor que se puede hacer es irse de casa por lo menos el tiempo necesario para poder desconectar un poco de los golpes y de la caída de cascotes.

Un día para descansar de los golpes me puse a buscar en el ordenador encontré lo que andaba buscando una página donde comprar cortinas online para poder así por lo menos no ver a los obreros, aunque todavía tenga que escucharlos, menos mal que ya les queda poco para que terminen, aunque después llegarán los ruidos de la construcción del edificio que construirán en el lugar del que están derribando.

Supongo que este es el destino de todos los edificios que conocemos, tarde o temprano los derribarán para después volver a construir otros en su lugar, aunque seguramente para volver a construir algunos edificios deberán de guardar la fachada que es por así decirlo el alma del edificio y la parte más visible para todo el mundo que lo disfrute, ya que una cosa es construir un edificio y otra muy diferente que desaparezca un emblema de una ciudad, supongo que cada ciudad tendrán sus edificios más emblemáticos los cuales seguro que a los habitantes de dichas ciudades no les hará mucha gracia que sus mejores edificios sean derruidos porque si para hacer otros edificios. Incluso seguro que hay agrupaciones o asociaciones para la conservación de edificios clásicos que se encargan de que los promotores sin escrúpulos se encarguen de destruir los edificios más emblemáticos de cada ciudad.

Lo más importante es conservar nuestros edificios antiguos para que no olvidemos lo que los antiguos arquitectos querían comunicar al resto de los ciudadanos que habitan las ciudades cuando los construyeron.